La llamada animal

La llamada animal
Animales: Maestros y Sanadores

miércoles, 17 de junio de 2015

Las memorias del Reino Animal




Cuando se habla de memoria siempre nos viene a la mente la imagen de los elefantes, su fama les precede como animales con una larga memoria. Para ellos su memoria es parte de la sabiduria para poder vivir, por ejemplo la matriarca, que suele ser la abuela, de edad ya avanzada, tiene muchisima memoria para poder recordar las sendas que llevan a los lugares donde hay agua durante la estación seca, o porque cultivos no pasar pues es peligroso para el grupo. También recuerda las hierbas que pueden aliviarles un problema estomacal y hasta recuerdan los humanos que un día los ayudaron.


" Lawrence Anthony falleció hace casi un año. Dos días después de su muerte llegaron dos grandes manadas de elefantes a su hogar, estuvieron allí dos días sin comer y luego se marcharon. Estos elefantes fueron rescatados por él años antes, Lawrence dedicó su vida a ello. Los elefantes llevaban más de tres años sin pasar por allí e hicieron un viaje de varios kilómetros cuando notaron su muerte, para honrarle. "



Hoy quiero hablar de una memoria más profunda aún, conectadas entre sí, de la que se alimenta la memoria digamos más terrenal para generar y gestionar toda esa sabiduría, la memoria de especie. La memoria de la conciencia grupal que queda registrada en los registros de la Tierra. A través de nuestro primer chakra Mudhalara, chakra Raíz, que reside en la base de la columna vertebral podemos acceder a nuestra propia consciencia de ser, de humano y por ende a toda la conciencia de nuestro clan, y especie. Los animales tienen una gran conexión con la Tierra, que es donde reside esta energía, esta información latente en esos campos energéticos. El ser humano ha sufrido una gran desconexión de la Tierra, de la Naturaleza y por eso le cuesta más encontrar esa parte de ráiz como humano, sentir la Tierra como madre y a sus compañeros en el planeta como iguales.

En esas memorias quedan ancladas toda la información de todos los seres que encarnan en una determinada especie, allí se escribe sus experiencias, logros, sentires e integraciones. En esa memoria también tenemos información sobre nuestra especie, nuestros clanes y los dones y magias que habitan en ellos y en nosotros, habla también de la historia que nos precede. Y como no, de la que viene...

Conectar a esas memorias ancestrales nos ayuda a coger raíz y sentirnos parte integrada de este planeta así como gestionar e integrar ciertas informaciones energéticas para con nuestra vida en este momento. Igual hacen los animales pero de forma natural y en su día a dia, en procesos como nacimientos y muertes.

Las grandes ballenas son las guardianas de estos registros, grandes y amorosos animales, de hecho ellas son la unión de diversas conciencias en un sólo ser, son la expresión máxima del amor en la Tierra.







Las grandes ballenas que conocemos, las ballenas azules, los animales mas grandes del planeta Tierra,son custodias , ellas registran todo lo que sucede en la Tierra a todos los niveles, a través de la memoria y el poder maravilloso del agua. Con sus canciones tejen el entramado de rejillas de luz de la Tierra, son sus grandes sostenedoras, del amor mas puro que existe. Guardianas de la Madre Tierra , de su equilibrio, de su armonía, ayudan al humano a despertar al amor, a la grandeza de nuestros corazones.

En un viaje me enseñaron como era esa proceso de coger la información del agua, y registrarla en unos cristales y como purificaban ese agua después con las vibraciones de sus cantos y ese agua volvía a circular de nuevo, todo este proceso se daba en la ingesta de agua y su expulsión por el espiráculo. Una misma gota de agua que ha caído en tu piel, que quizás has bebido, o quizás tus propias lágrimas todo pasa al mar, el agua llama al agua, y allí la magia se crea. El océano el gran arquetipo que sostiene la emocionabilidad del planeta, ¿como nos extraña que se muera? ¿que se asfixie? ¿que haya tsunamis? si es lo que vivimos con nuestras emociones como humanos.


Las memorias están conectadas entre sí como lo estamos nosotros, la memoria del Caballo esta compartida con la del Humano pues se han entrelazado en el tiempo. Y ahí muchas memorias de dolor y tristeza en ellas, los elefantes como veíamos al principio , así como los caballos fueron enviados a las guerras humanas durante muchos años, ellos guardan un recuerdo en esa memoria colectiva de todo ese abuso que se hizo de su ser.

Es tiempo que el ser humano limpie y sane las memorias de sus linajes pero también que ayude a que esos animales que se usaron como maquinas de guerra, los que usamos como si fueran carne, alimento sin sacralizar, sin respeto, etc se honre de nuevo, que se les devuelva el honor y la gratitud y se perdona la ofensa.

El humano debe buscar la medicina que guarda en su alma, a que animal esta ligada, y desde ahí volcar en la Tierra, la sanación y honra de las memorias de la Tierra.



"Nosotros los elefantes honramos a nuestros muertos, los olemos, tocamos y sentimos, los llamábamos cuando las estrella se cuadran y alinean en el precios momento en que vino de las estrellas, y así  le rendimos homenaje y no dejamos que el olvido caiga sobre su memoria, cuando morimos la memoria queda registrada aquí en la tierra, nosotros los elefantes tenemos mucha memoria, por eso custodiamos muchas cosas de la Tierra, muy antiguas, y cuando morimos lo dejamos en la tierra esa información y nuestros descendientes se encargan de ir acunando esa memoria para que nada se pierda."


Satao, el Grande.





Gracias, gracias, gracias






viernes, 12 de junio de 2015

El último regalo de mi Maestro Animal: sanado el miedo a la muerte.


Recupero uno de mis primeros post sobre la muerte, que escribí hace años y ahora no estaba disponible en la web.





Hace ya tres meses que me despedí de Buddy, mi abuelo bretón, nos hizo el mayor de los regalos al compartir lo natural y en paz que es morir. Siempre lo creí así, ahora lo sé, es un regalo más que nos hacen, hasta ese ultimo instante siendo tan generosos y preocupados por nosotros.



Una noche de octubre que hacia bastante frío, salimos a pasear, cerca de la Torre, a él le encantaba pasear por aquella zona, había muchas plumas de tórtolas, pues hay un pinar y allí duermen, y se ponía debajo e iba siguiendo el rastro de todas las plumas que estaban caídas, yo me quedaba riendo mirándole, pues a su edad ya andaba bastante corto de vista y oído pero de olfato ni un ápice había bajado.... pues esa noche estaba yo sentada en el escalón que conduce a la Torre, cuando se me acerco, moviendo su rabito, y se puso cara con cara, y sentí que me decía que ya llegaba su momento, había tomado la decisión, y empezaba su proceso desde ese instante.

Os podréis imaginar la ansiedad que me entro por el corazón, lo abrace llorando y le dije cuanto le quería, y le di las gracias por tanto y tanto, Buddy estuvo en una etapa movida de mi vida, sosteniendo y guiándome... así que le dije  que le daba mi bendición para que partiera en paz y serenidad, y que si necesitaba de mi en algún momento me lo hiciera llegar.

Desde ese momento comenzó todo su proceso, que tuve el inmenso privilegio de sentir en primera persona, pues él me iba contando como se iba sintiendo, cada etapa, cada momento. Sentí como se secaban los tejidos de sus órganos internos, como la mente se desorienta, como la energía del primer chakra se va  absorviendo dejando ancladas las memorias, y soltando la Tierra... fue duro pero bonito  a la vez, pues acompañada por él, fue dulce y sereno. 

Paso algo así como un mes después de esa noche, cuando empezó a apagarse poquito a poco, solo quería estar cerca nuestro, de las personas que amaba, y así fue. Estuvimos los que habíamos estado en su vida, a su lado, acompañando el proceso natural de la muerte, aun recuerdo como puso su cabecita entre mis piernas para despedirse...

Cuando estaba en la ultima fase, ya tumbadito sobre su camita, me vino a la cabeza, que seria bueno limpiar la habitación donde estaba, así que prendí palo santo e hice círculos sobre su cuerpecito,  con una pluma que había recogido de sus amigas las tórtolas, y al estar haciendo esto me vino a la cabeza una canción, una nana, no se de donde salio, ni siquiera que cantaba, solo empecé y me deje llevar...



A las pocas horas, justo cuando estábamos recordando sus grandes hazañas, allí a su lado pero sin estar encima de él, respetando su espacio, como habíamos observados en otros perros y animales, en ese momento, hizo su ultima respiración, tan calmada, tan en paz, y dejo este mundo... Nos acercamos y le besamos, abrazamos y mandamos toda la luz que sentíamos para ese momento, encendimos velas y lloramos su partida, pero con la sensación de haber estado ahí con él, compartiendo la dulce muerte, la frase que nos salio fue: ¡yo quiero morir así!

Mi hijo mayor , salio del colegio contándome que a esa hora había tenido un fuerte dolor de tripa y como si hubiera escuchado a Buddy ladrar, él estaba en clase y salio muy removido pero muy tranquilo, mi hija pequeña se despertó diciendo que el Buddy estaba arriba en las estrellas y en la luna, me emocione tantísimo....

Fue su ultimo regalo, en la vida física, sanar nuestro miedo a la muerte, hacernos participe de ese momento tan intimo y especial,. Regalarnos el poder sentir como es morir de manera natural, sin artificios tan solo con amor, y es el mejor regalo que me han hecho en la vida.






Así de generoso era él, maestros de maestros, Buddy. A  los días tuve un sueño donde lo vi realmente como era, una gigantesca bola de luz dorada que solo mirarla sentías el amor y la paz en todo lo que llegaba a iluminar, sentí que estaba todo bien, sentí tranquilidad y calma en mi corazón y así pude llorar en calma la despedida de mi compañero de camino, Buddy el maestro de todos los maestros! No pasa día que mi hija pequeña no lo recuerde su "Bury" siempre estará en todos nosotros, pues al haber vivido su muerte como un regalo que nos entregó, lo recordamos siempre con una sonrisa en la cara y en el corazón.

 Te amamos gran Buda-y! GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS <3

Todo esto que me enseño el Gran Buddy, es lo que transmito en el curso "Sintiendo la Muerte" Los animales nos enseñan a sentir la muerte.