La llamada animal

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Animales: Maestros y Sanadores

martes, 30 de abril de 2019

La Abuela Elefante nos habla sobre el legado






"Mis pasos anduvieron fuertes por la Tierra. Los elefantes tenemos mucho que contar a los seres humanos. Nuestros pasos hablan de la senda que recorremos, pero también hablan de las del ser humano, pues muchas de ellas son compartidas.

Mi pueblo es antiguo, mucho, como las mismísimas estrellas. Somos muchos menos de los que éramos en el tiempo antiguo, pero así debe ser. La casa que se nos dió, se nos arrebató y ahora competimos por pequeños espacios que nos prestan humanos de corazón cerrado.

Somos los últimos gigantes que habitan en Gaia, en el primer tiempo había tantos. El mundo aún era joven en aquel entonces, mi memoria es tan longeva como lo he sido yo. Hoy vengo hablaros sobre el legado y sobre los cachorros.



Los antiguos tenemos una labor que se nos encomienda y es ser la memoria para que los jóvenes habitantes puedan adquirirla y seguir viviendo y creando. Se necesita la raíz antigua para crecer hacia arriba, eso somos los antiguos, raíces profundas de la tierra.

Hay que preservar, amar, cuidar y contarles a los cachorros de todas las especies cuentos e historias sobre su lugar de nacimiento, sobre la tierra que habita. También sobre lo que le rodea y forma parte de suya. A los cachorros hay que escucharlos también pues tienen mucho que decir ya que su tiempo allá arriba, es más fresco que el de los que llevamos muchas edades aquí. Nadie es más que otro, pero sí algunos somos especiales por tener más sabiduría; que no es otra cosa que mucha senda recorrida.

He oído que me llaman gran reina, me gustaría que me llamaran mejor gran Abuela, la Abuela Elefante. Llevo tantas vidas en estos grandes cuerpos que la tierra es mi gran madre sostenedora y no me canso de vivir en ella.

No hay mas legado que dejas que tu sabiduría transmitida a otros. Que tu sentir puesto aquí o allá. Que el ejemplo que hayas podido ser. No somos más que huellas que un día el viento borrará pero que la tierra siempre recordará. La tierra siempre recuerda a sus hijos, no hay viento ni lava que los entierre o lleve.

Nunca seremos olvidados pues hay quien nos escucha y quien nos honra.


Honraremos así a nuestros cachorros, a nuestras próximas generaciones. Siendo lo mejor que sepamos y podamos, en cada latido y respiración.
Me entristece ver como se debilita y como se inhibe la inocencia del cachorro humano. Como no se les deja vivir sus propias sendas y se imponen las de los que los mayores creen. Como se les coarta y se les agrede con verbos duros y sin risas ni juegos.



Es muy necesario que los cachorros humanos se liberen de la carga ancestral que arrastran. Se necesita crecer, no coartar sino guiar desde el corazón y darles raíces para que no se pierdan. No hacen ningún bien, coartando y creando moldes perfectos para lo que solo algunos quieren. Los cachorros en todas las especies son sagrados, es lo que más se cuida, son la esperanza de toda raza y especie. Cuídenlos y ámenlos sin condiciones. Un pueblo que no ama y cuida a sus cachorros esta condenado a desaparecer pues su semilla jamás germinará.

Mis cachorros, los hijos de ellos y ellas, son fuertes semillas que amamos, que sostenemos y honramos, son la esperanza de la memoria en la tierra. Los suyos también lo son, no lo olviden.

La memoria está contenida en cada hueso que eres y entregas a tu próxima generación, así que nunca olvides que huesos te precedieron. Ni cuales serán los que te sigan, hónralos como te honras a ti, y así la senda siempre será transitada."


Gracias Gran Abuela!

Conexión a través de Asia Moana.


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