El pasado fin de semana estuve en Mallorca realizando una serie de talleres y cursos de terapia emocional . Fue una maravilla poder realizar gran parte de ese trabajo, en plena naturaleza, rodeada de hermosos arboles, encinas y olivos, y muchos perritos. Además de maravillosos seres humanos , con muchas ganas de trabajar, de conocerse, muchas mujeres valientes, con ganas de mirarse cara a cara, de aprender, de ser aprendices en la maravillosa conexión con la naturaleza, con la Tierra!
La energía de los perros, en esos días como siempre fue totalmente maravilloso de sentir, ellos sostienen, muchisimo, saben hacia donde hay que ir, cuando hacer esto y aquello, y es fantástico si dejas que te guíen, si dejas que eso fluya y aprendes de su mano, de su corazón.
También en esta ocasión nos ayudo muchisimo el contacto físico de los arboles, pues al hacer unos ejercicios de enraizamiento, hubo algunas personas que les costaba o no podían, así que la mágica encina, nos ayudo con sus grandes raíces, a enraizar nosotros, a buscar nuestras raíces, y tirar en conjunto, todas juntas, fue tan hermoso, sentir ese tejido entramado bajo nuestros pies, esa energía de la Tierra, que sube y baja, ese calor, ese color marrón, esa sensación de calma y de nutrición, de estar a salvo, mecida y acunada.
Las diferentes conciencias nos ayudan a cada vez más, sentirnos bien con nosotros mismos, nos ayudan a guiarnos en este viaje, del autoconocimiento,a través del cuál, hacemos aquello, bastante difícil que es, saber quienes somos, a que venimos.... las grandes preguntas que nos preguntamos todos, en alguna ocasión en la vida y que suelen ser causantes de mas de un dolor de cabeza.
Al vivir en total conexión, los animales y arboles, nos ayudan a ir en esa dirección, a buscar, a empezar ese camino, a sostenernos, a aliviarnos, al final a estar la lado de cada uno de nosotros, siempre desde el mas puro amor incondicional.
Y cada vez es más gente la que abre sus ojos, sus oídos, y lo más importante, sus corazones para recibir esa ayuda, esa guia y maestría y desde ahí empezar a vivir la vida, en plenitud total, en conexion única con Todo Lo Que Existe.
Cuando se trabaja en la naturaleza, rodeada de tantos seres vivos, como animales, había perros, mariposas, pajaros, gatos además de todos los que nos acompañaron en espíritu, y los grandes arboles y las plantas, que nos enseñaban toda esa sabiduría de la curación, de ser, de alegría, de inclinarse al sol. Y las mágicas piedras que nos protegieron, nos hicieron sentir ancladas a la Tierra, de una manera sabia, rotunda y con fuerza de roca, una maravilla poder sentir tanto, agradecidas de ese regalo, y sobretodo de permitirnos conectar con todo eso, y ser capaces de sentir y poder experimentar como aprendices de la vida.
. A TODO!
Asi Hidalgo
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