DraKcelona
Hace algún tiempo trabajando con la energía de los Osos me
hablaron de la relevancia del lugar donde nacemos. A que se debe esa elección
almica y que nos muestra en nuestro propósito. Ellos me hablaron de los Clanes
de la Tierra, de la Profundidad que tanto teme el Humano, y sobre Quietud para
llegar a ella, ahí residen todas las respuestas que buscamos. Años después
trabajando con los Dragones sentí que algo encajaba, que mi nacimiento en la
ciudad de Barcelona tenía un sentido, un propósito y no era solo un banal parón
de una ruleta mal engastada. Nací en Barcelona, me crie en las montañas de
Collserola mirando al mar. Siempre he amado mi pedacito de Tierra allá en las
montañas y también por muchos años hui de ella.
Desde niña he amado la fantasía, el mundo de las hadas, de
la naturaleza y los Animales, y los Dragones representaban una especie de Dios
en mis cuentos e imaginaciones. Cuando su energía se presentó ante mí, me sentí
de nuevo niña, abrumada y sorprendida de su magnificencia y belleza. Me dijeron
que había nacido en esa tierra por y para algo. Guardaba y custodiaba, era
Verdad y Luz. Tardé mucho tiempo en aceptar ese desafío y ese regalo.
Cuentan que en los antiguos mapas al señalar Barcelona,
escribían aquello de “Hic sunt Dracones” “Aquí hay Dragones” como alerta
de fieros monstruos que habitaban por aquellos lares. Traer la magia a la
tercera dimensión, a matrix o la parte de cemento y semáforos es complicado a
veces casi una tarea hercúlea, pero si alguna ciudad lo consigue, es Barcelona.
Así que por no extenderme más, os cuento que si os gustan
los Dragones y queréis ver cosas molonas, veniros a Barcelona a mirar sus obras
de arte dragoniles y pasear por sus mágicas calles. Hace unos meses conversando
animadamente con Ciruelo, el gran retratista de Dragones, al cual admiramos en
casa profundamente, nos comentó sobre cómo fue su llegada a Barcelona y como le
ayudo a dar más forma aun a su ya consolidada relación con los Dragones, pero
inevitablemente esta “terra dacrones” le cautivó y afianzo más su amor hacia
estos magníficos seres. Hablando con él sentimos en nuestros corazones la
maravillosa y honorable sensación de pertenecer a una tierra donde hic sunt
dracones.
Ah y por si aquello
de viajar os pilla lejos o desganados, tenéis un maravilloso libro de Josep
Martínez con fotografías y explicación de los 400 monumentos dragoniles que
tenemos en Barcelona. Una obra de arte preciosa.
Así que bienvenidxs a Drackcelona, Ciutat de Dracs.
Asia Moana, 29/01/23
Imágenes de la red, créditos a quién corresponda.
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